miércoles, 19 de mayo de 2010

Sahagún - Reliego




"Gallia est omnis divisa in partes tres"
Así empezaba el padre Díaz Moreno,nuestro profesor de derecho canónico su asignatura cada octubre, generación tras generación. La galia se divide en tres partes, así empieza Julio Cesar la arenga a sus legiones que se preparan para la conquista de la Galia.
Y con esa magnificencia asocio siempre al imperio romano; con el panteón, el acueducto de Segovia, el coliseum, y como no con sus calzadas. Por eso, cuando vi que saliendo de Sahagún había un camino alternativo que iba por la antigua vía Trajana, no me lo pensé.

La imagen del peregrino se representa a menudo con la Concha de Santiago y con la vara o bordón. Se ven de todos lis tipos, bastones de esquí, de madera perfectamente tallados, de trecking. Había decidido antes de emprender el viaje desde casa que ninguno de esos sería el mío, al igual que Excalibur eligió al rey Arturo, yo quería encontrar mi vara por el camino y que ella decidiese que era buena para hacer el camino.

He salido de Sahagun sobre las 10, cruzando el puente sobre el río Cea. Voy con nervios , mis primeros pasos son con dos matrimonios de italianos que pronto se separan de mi, tendrán prisa pienso; yo, sin embargo,tranquilo mirándolo todo, no queriéndome perder detalle. Me cruzo con los primeros peregrinos , todos dan los buenos días y te desean "buen camino".

Así tengo 4 km hasta llegar a la entrada de Coto del Real. El camino va paralelo a la carretera, grandes extensiones de cereal salpicados por algunos grupos de árboles , pinos, plátanos, sauces, a lo lejos los picos de Europa donde aún quedan montañas con nieve.
De pronto entre un grupo de plátanos, se ven ramas caídas y entre todas ellas, una mas grande, casi un metro noventa, no es gruesa ni delgada, la corteza vieja y humedecida, tiene una ligera curvatura pero es mi vara, seguro. La recojo y me pongo a limpiarla.

En esto ando, cuando llego a Coto del Real, en la carretera hay que decidir, seguir adelante camino de Berceiros o cruzar el pueblo y buscar la calzada romana. Sin dudarlo, recuerdo a Cesar a caballo dirigiéndose a sus soldados y me lanzo a cruzar Coto del Real en busca de los vestigios del imperio romano.

Coto del Real es un pueblo muy pequeño, censados apenas 300 habitantes, sin embargo esta mañana no deben haber salido de casa porque en mi paso por sus calles me cruzo únicamente con 4 personas. Salgo del pueblo en apenas unos minutos siguiendo las flechas amarillas cuando veo, escrito a mano con pintura amarilla calzada romana. Al principio no sé si es una señal de por donde se va a la calzada, o que el camino terroso y llevo de polvo que se abre ante mi es mi deseada calzada.
500 metros más delante lo tengo claro, del mismo modo que el esplendor del imperio vió su fin así la vía Trajana a su paso por Coto del Real. Ahora lo entiendo el camino sigue la vía pero en ningún caso voy a ver aquellas magníficas piedras que constituían auténticas autopistas y que cruzaban el vasto imperio.

Admito que al principio me siento muy desilusionado, incluso triste, pero un poco más adelante me doy cuenta de lo acertada de mi elección, ante mi se extiende una pradera verde inmensa solo rota por el camino de tierra. A todo lo largo del camino, a ambos lados gran cantidad de árboles variados que le dan la apariencia al camino que sigo casi de pasillo. Continúo andando. Desde que me desvié en Coto de Real solo he visto una pareja alemana a los que he adelantado en su descanso para el tentenpié de media mañana. "Buen camino"

Sobre la una tengo hambre, decido que en la próxima sombra me pararé y me haré un bocadillo con el chorizo que compré la noche anterior en el super de Sahagún.
Esto voy pensando cuando veo una zona con árboles, bancos de piedra y en medio, una fuente. Si bien hasta el sábado el tiempo había sido lluvioso y frío, ya desde el lunes la primavera parece haberse instalado definitivamente y yo tras tres horas bajo el sol empiezo a necesitar un descanso y agua fría.

LLego a la fuente, me quito, no sin esfuerzo la mochila. A pesar de mis intentos por hacerla pequeña y quitar todo lo Innecesario, cuando te pones a caminar, llevar pegado a la espalda un caparazón de 7 kilos se nota. Allí, antes que yo, ha llegado una francesa, que me explica en inglés que ella ha bebido agua y que parece que está buena. Mientras me lo está diciendo se va quitando las calcetines, y se tumba en el banco a la sombra, coge su bocadillo y se olvida momentáneamente de mi.

Me quito la chaqueta, las gafas, la gorra y me lanzo al chorro de agua fría, primero meto la cabeza, el cuello, los brazos y finalmente bebo. Una vez refrescado, saco mi "suiza", corto la barra de pan y me pongo mi primer bocadillo del camino. Al igual que la francesa, me quito las botas y los calcetines, me tumbo en el banco y a comer.
El tiempo pasa, la brisa sopla, el sonido del agua es cada vez más agradable y me quedo dormido.
Son las dos menos cuarto cuando me levanto, la francesa está recogiendo para irse y en mi descanso, la pareja alemana también ha decidido parar en la fuente.
Vuelvo a meter la cabeza debajo del chorro frío, cambio el agua de la cantimplora y me pongo las botas de nuevo. Reanudo la marcha.

Estoy a escasos dos kilómetros de calzadilla de los hermanillos y de allí otros 6 Kms hasta El Burgo Ranero.

He planeado que a lo largo de las etapas durante una hora o así escucharé música, es una sensación muy agradable, tu solo en medio del campo pudiendo cantar a voz en grito lo que te plazca. El campo es una ducha enorme donde poder cantar sin molestar al vecino.
He decidido que para esta sesión de hoy la artista elegida será Rocío Jurado y allá que me lanzo a cantar, más bien chillar lo mejor de la cantante de Chipiona. Menos mal que no me puede escuchar nadie.

Me voy acercando a calzadilla y el paisaje es cada vez más árido, los árboles escasean. LLego al pueblo sobre las 2y30. En la entrada un bar donde paro a comprar una coca-cola helada. El pueblo apenas cuenta con 4 ó 5 calles con casas muy viejas.No me cruzo con nadie.

Sigo cantando, cada vez me voy animando más y ya hasta bailo por el arcén de la carretera jugando con la vara. Los coches que pasan me miran sorprendidos. Por delante me quedan 6 kilómetros de carretera calurosa sin un solo árbol. Me animo y sigo cantando.

Sobre las 4 de la tarde llego al final de etapa de hoy, es un pueblo muy pequeño si bien se ven chalets de reciente construcción. Voy buscando el albergue municipal, y al primero que me encuentro es al albañil de alicante que tenía los pies destrozados. Lo saludo y me dice que el municipal está completo y que el hostal donde han podido quedarse ellos también está lleno.
Pienso que no será para tanto y que seguro que encuentro dónde dormir. En ese momento ni imagino lo que me va a ocurrir las próximas horas.

Entro en el siguiente hostal y me recibe una señora de unos cincuenta y tantos años en la barra que me dice que a ella no le queda sitio y que están ocupadas todas las camas del pueblo. Ahora sí que empiezo a preocuparme, le pregunto a cuanto está el siguiente pueblo. "a 13 kilometros majete" Son las cuatro y media de la tarde y llevo andando desde las diez.

El albañil me dice que no me preocupe, que descanse y cuando el sol golpee menos me eche a andar, para remediar el impacto que sus palabras tienen en mi cara me invita a una copa y me cuenta que ha ido al médico porque además de las ampollas, le ha dado un tirón y me confirma que el día anterior recibieron el giro. Doscientos euros, de los que me cuenta, orgulloso, que el día anterior ya se habían bebido 80€. Con este ritmo, tienen que volver a llamar a casa antes de llegar al viernes.
Se termina su copa, y se despide para irse a duchar que su compañero ya ha terminado.

Entra en el bar una pareja de la guardia civil.Me pido una fanta de limón con mucho hielo para refrescarme. Son las cinco de la tarde.

La dueña del bar me dice que no me preocupe, que descanse y marche más tarde. Le pregunto si tiene el teléfono del albergue del siguiente pueblo para asegurarme de que tiene sentido que eche a andar a estas horas. Se ofrece a llamar ella y le coge el teléfono una peregrina que le dice que sí hay sitio. Esto me tranquiliza algo y me pido otra fanta de limón.

La pareja de la guardia civil paga sus cafés y después de charlar con la dueña del bar se despiden.

La dueña se acerca de vez en cuando y me pregunta cómo estoy, Julia se llama y su hija que también está trabajando Mónica. No dejan de entrar extranjeros en bermudas y sandalias recién duchados preguntan cuándo se puede cenar y Julia les dice que ella se pone ya a cocinar que a partir de las 6 y 15 ya habrá cena.
Mónica me comenta que los extranjeros son raros, pero muy respetuosos, todo les parece bien y no se quejan nunca. Me ofrece otra fanta, y le digo que a esta le ponga un poco de ginebra.

a estas alturas de la tarde Julia, Monica y yo formamos una comunidad parlanchina que igual habla del tiempo, que del menú, o de la conservación de las piezas de cordero en el frigorífico.

Suena el teléfono, es el que lleva el albergue de Reliego, Julia le grita que le manda a un peregrino "más majo que las pesetas" y que le guarde una cama. Lauda, que así se llama el hospitalero le confirma através del auricular que hay sitio para mi.

Julia cuelga muy contenta y me dice que no me preocupe, que nada de andar, con este calor me voy a poner malo según ella, su marido, Teofilo me lleva cuando se levante y de paso se toma una copa con Laude. Monica me pone la segunda copa. Son las 6 y 15 de la tarde,

Los peregrinos empiezan a llenar las mesas y Mónica pregunta que donde está su cuñada que ella no puede con todo, me la quedo mirando y en breve me veo llevando cañas a los francés, aceitunas y el pan. Monica, toma las comandas, y llevo los platos y yo me encargo de lo sencillo. Hemos detenido la primera avalancha.

Me vuelvo a mi sitio en la barra donde se acaban de sentar tres vecinos del pueblo y Julia me introduce en su conversación, cuántos peregrinos hay hoy, fijate fulano que este chaval se ha quedado sin cama. Me ofrecen un planto de arroz que acaba de terminar y me lo tomo con otra copa. En ese momento suena el teléfono y es un extranjero en Sahagún que habla inglés, Monica me paso el teléfono y reservo una habitación para dos para el día siguiente a nombre de Michelle.

El tiempo empieza a pasar, Monica sigue trabajando, su cuñada ya ha llegado pero no dejan de servir a toda la gente que ha llegado. Entre ellos, los albañiles que se sientan a mi lado y se interesan por mi situación. Julia me pregunta si me aburro, se acercan las 8 de la tarde y ya no se quién me va a llevar. Se gira y le ordena a Teófilo que vaya a echar gasolina al coche que me ha de llevar ya. El pobre hombre obedece y en 5 minutos vuelve al bar preparado para llevarme al albergue de su amigo Laude.

Me despido de Julia, de Monica, de la cuñada, de los albañiles, un drama esta separación después de una tarde tan intensa, y me hacen prometerles que me pasaré por el Burgo aunque sea en coche para saludar.

Teofilo tiene el coche lleno de juguetes de los nietos. Parece un hombre tosco, pero en cuento salimos a la carretera se pone a hablar y no para. Me cuenta como él trabajaba en la Renault de valladolid, como cogió un despido incentivado y con ese dinero se volvió a su pueblo EN 1990 y junto a Julia montaron el bar. Cómo se sufrió al principio cuando se estaba pediente de los que entraban por la puerta, ahora ya no, con el auge de los peregrinos el negocio va muy bien. Me cuenta cómo son sus nietos, y se le ilumina la cara. Esa cara cuarteada, la frente despejada, rejuvenece al hablo de los chiquillos. Pienso instantáneamente en "Lo sonrisa etrusca" de Sanpedro, qué misterioso efecto producen los nietos en los abuelos? Nono!

LLegamos entre las conversaciones en un momento al pueblo, allí en el bar me recibe Laude con los brazos abiertos, Álvaro muchacho te estábamos esperando! Teofilo accede a tomarse una cerveza con nosotros pero apenas 10 minutos después se va. Allí me quedo yo durante una hora con Laude, Rubén, un asturiano que trabaja en la zona y que se ha alquilado una casa en el pueblo y la dueña que empieza de nuevo la romería de copas encima de la barra.

Hablamos de todo, de cómo el pueblo de apenas 150 habitantes se está muriendo y que si no fuera por el Camino todos se tendrían que haber ido, de su barsa que ha vuelto a ganar la liga, de sus hijas que viven en León y vienen los fines de semana. LLeva 12 años al frente del albergue y se lo toma muy en serio. No le gustan los peregrinos que se van de copas y quieren volver al albergue a las 3 de la mañana, en el camino hay unas normas, grita enfurecido, si no que se vayan a un hotel.

Se nos hace tarde, son las diez, nos vamos al albergue, mete mis datos en el registro, me sella la credencial y me cobra. Me dice que como es tarde que me va a poner solo en una habitación enorme para que no me molesten. No le reprocho nada.Alvaro aquí tenemos las mejoras duchas de todo el camino. Laude ahora mismo las voy a probar.
Me da la mano y se despide de mi. No sé si voy a poder acostumbrarme a estas relaciones de horas donde sabes que la despedida es un adiós definitivo.

Me deja al cargo del albergue, tengo que esperar que lleguen dos ciclistas que han ido al bar a cenar algo. Cuando llegan cierro, me ducho y me pongo ropa limpia. Las duchas están muy bien.

Mi segunda noche en el camino, de nuevo duermo solo, me ducho a gusto. Y he vivido muchas cosas en apenas 6 horas.

Qué me deparara el Camino mañana? Apago la luz, me quedo dormido.

7 comentarios:

  1. ¡Qué falta te hacía ponerte a bien con Nuestro Señor! Sigo tus noticias con gran interés. Veo que tienes talento para la literatura, a lo mejor ganamos una gran figura de nuestras letras.

    Mucha suerte peregrino .

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  2. ¡Buenos días peregrino!

    Respiro aliviado al poder encontrarme de nuevo contigo. Magnífica elección la de la chipionera. Y muy apropiada en tu peregrinación dada la devoción que profesaba "la más grande" a su Virgen de Regla. El fervor religioso, como tantas otras cosas, va por barrios. Y si no que se lo pregunten hoy a tu querida Sevilla, con tanto palangana suelto tocando la bocina del coche.

    Por cierto, me alegra comprobar que gran parte de tu diario está ya compuesto por vivencias, a diferencia de la pormenorizada descripción de tu mochila en días anteriores. A fin de cuentas se trata de eso ¿no?

    Un abrazo. D.

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  3. Desde luego sirves para esto. Tiembla Lonely Planet; las guías con nivel literario han llegado.

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  4. Álvarito,

    He dejado el libro que me estaba leyendo por seguir tu diario de peregrino!! No solo es mucho más interesante tu vida y la de Teofilio, Julia, el albañil..., sino también está mejor escrito! Me tienes absolutamente enganchada, en serio!! Estoy deseando saber con quién has cenado y qué!!! jajaja

    Por aquí todo bien, yo sigo en mi NUBE y aguantando a los sevillistas que están pletóricos con su Copa...

    Te deseo que sigas teniendo "buen camino"!
    Un beso grande desde mi NUBE. Patricia

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  5. Alvarito,
    Qué nos has dejado sin las vivencias del día 20!!!!!!!!...en cuanto llego a trabajar lo primero que hago abrir el blog...
    (...)Peregrinar es ir por Cristo hacia el Padre, a impulsos del Espíritu Santo...
    Buena pregrinación!!

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  6. jajajaja la duda era si elegirías a Raphael o a la Chipionera!!! me he tronchado de la risa, porque te visualizaba perfectamente cantando a pleno pulmón en medio de la vasta llanura. Un besito grande y disfruta mucho, como nosotros estamos disfrutando con tus memorias. Jennifer

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  7. Disculpame me agarraron la computadora y pusieron este mensaje inapropiado y absolutamente fuera de lugar .He leido vuestro viaje y es fastinante , sos un genio de la escrituta , gracias a vos recorde cuando sho hise el camino , pero desde Holanda que fue , vuestras palabras han hecho regresas relinos recuerdos del camino de sho hise , un abrazo desde Buenos Aires.
    Tomás Zanetti-Garibaldi.

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